Jugar  desde el adulto que somos, desde el rol que ocupamos, desde ese lugar y en ese tiempo. El juego es Jugar…el juego es matriz de identidad.

Con la acción, se comenzó  a descubrir como el juego conecta a las personas, revive situaciones placenteras, genera la adrenalina de lo nuevo del desafío, se comienza a descubrir que al jugar nace lo propio,  emerge todo el interior creativo, que utilizan las herramientas que disponen, que se enriquece la persona  en los diferentes aspectos de su ser corporal, intelectual y emocional. Se enriquece el ser en todos sus aspectos tanto  individuales  y como social..

Desde una experiencia vivencial el juego es para todos; las propuestas pedagógicas tienden a ser transformadas en propuestas pedagógicas lúdicas: una propuesta de juego en la que el niño pueda enlazar,  se le permita hacerla propia y  en la que pueda jugar.  Jugar para poder ser. Jugar para conocerse. Jugar para convivir.